Hoy empezaba a trabajar en la oficina, pero no es un buen día, prefiero quedarme en casa y ordenar mi cabeza, siento una molestia inexplicable pero totalmente conciente y coherente, a veces no queremos o podemos platicar con uno mismo por temor a decirnos cosas que no nos gustaría escuchar, queremos engañarnos y dejar pasar el tiempo ignorando asuntos que solamente uno puede resolver, es como morir dos veces, por eso en casa iré parandome en cada uno de los espejos hasta no poder evitar a mi misma y resolver obligadamente lo que gira en mi cabeza para poder externarlo, logrando de esta manera una solución y librarme del peso y la molestia que me causa.
Lo curioso de estos momentos es que cuando mas animado y positivo estas, algo surge y te lleva hasta el piso a pelearte contigo mismo para resolver.
Como dice Luz Casals "hoy es un día marrón"